Foto: Jairo Torralvo. Canon AE1 Program / Corraleja Purísima, Córd. 2010
Pareciera que el
mundo ineludiblemente estuviera condenado a padecer la impersonalización urbana
y arquitectónica, cada ves mas abogamos por una sociedad mediática;
transferimos electrónicamente nuestro dinero, asumimos paradigmas lejanos a través
del cine, viajamos mas rápido, practicamos la ubicuidad electrónica que nos
brinda el Internet o simplemente buscamos la pareja perfecta en un Chat, rodeados
de otros, que hacen lo mismo.
Nuestras ciudades
se trasforman con un efecto cocoon, construyendo conjuntos habitacionales exclusivos,
con circuitos cerrados de TV y pocos espacios públicos amables, a lo Truman
show, la vivienda es cada vez mas alta y ya no mira a la calle, irónicamente, vivimos cada vez mas juntos pero somos mas
individuales y solitarios.
Me pregunto, ¿Donde
esta la función básica de las ciudades y de la arquitectura que busca
satisfacer la vida en sociedad y la protección del ser humano, si el déficit
habitacional, de desarraigados y destechados es cada vez mayor?
Esta función tiende
a desaparecer en las llamadas megaciudades o ciudades globales y tampoco es
fácil de encontrar en los Rolex Urbanos, que rompen con su entorno y tienen el
tamaño del ego de su autor. Sus principios ordenadores son otros y están lejos
de nuestro alcance, nuestro tesoro, lo que nos hace ricos y nos permite
participar de la fiesta de la globalización esta escondido en los terrenos de
lo endógeno y cultural, lo que aun poseemos y los demás lo desean.
Informacion de contacto: jairotorralvo@hotmail.com
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