En nuestro camino, hay algunas cosas que cobran una importancia cada vez mayor, una de ellas es la arquitectura planteada desde lo informal, lo popular y lo vernáculo; tres escenarios subvalorados pero que, a nuestra manera de verlos, es donde podríamos encontrar los códigos necesarios para generar una arquitectura local contemporánea con identidad.
Por ejemplo, es necesario rescatar el valor de técnicas no registradas por los textos, de los materiales que están a la mano y que nunca pasaran por una maquina, de la honestidad como se muestran y como se usan, de la fusión de los colores de la tierra que suben por la piel de las construcciones y se pierden en el horizonte, de las tramas, empalmes, trabas y nudos que se repiten y enseñan sin palabras ni dibujos.
Es necesario rescatar el valor de la belleza sin ostentaciones, que acude a la elocuencia de lo simple y lo funcional, de su capacidad de trascender a pesar del tiempo y de sí misma, y lo más trascendental; es necesario rescatar el valor de su espíritu, su componente estructural más importante. Hoy día esto hace parte de nuestra búsqueda cotidiana.......lo que llamaremos por ahora “Arquitectura-Codificada”.
En las corralejas, por ejemplo, encontramos toda una colección de códigos encriptados, producto de tradiciones culturales y técnicas ancestrales trasmitidos generacionalmente, si observamos con cuidado descubriremos el valor de lo artesanal y la belleza del material en su estado natural.
Fotografo: Luis Gabriel Arroyo, Arquitecto colaborador de +A622. Corralejas de Cerete, Cordoba. 2010
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