Fotografia: Jairo Torralvo
Sé que el tema que voy a tocar se sale un poco de la línea de nuestro blog, pero ¿De que vale un Blog si no se usa para expresar nuestras opiniones y aportes acerca del entorno en el que habitamos? A raíz de la polémica que ha surgido en los últimos días, por el caso del jugador panameño Luis Moreno, que patio una lechuza para sacarla del campo en medio de un partido de futbol entre el Pereira y el Junior en el Estadio metropolitano de barranquilla, no puedo dejar de dar mi opinión al respeto.
Por Dios! estamos en un país de doble moral, estamos satanizando al jugador cuando es evidente en el video que su intención no era matar al animal, cometió un error, eso es claro, pero a quien se le ocurriría espantar a la lechuza con las manos o con palabras tiernas?, además, porque se escandalizaron tanto los asistentes al estadio en Barranquilla si en la cultura costeña es común ver costumbres que son claramente agresivas con los animales?
Y lo digo con conocimiento de causa, soy barranquillero y más de una vez he visto como se apedrea a toda clase de animales solo por diversión, desde pequeñas lagartijas hasta perros callejeros, y esta es una costumbre muy arraigada entre los jóvenes costeños que, además, en muchas ocasiones es incentivada por adultos, y ni hablar de la salvajada de rajar a las iguanas, para sacarles los huevos cuando aun están vivas, y coserlas para volverlas a cerrar, así mismo, donde me dejan las fiestas populares donde se disfraza a los animales para someterlos a la burla del público? Por supuesto, que el escarnio público es lo que menos le importa a un pobre burro de finca, pero soportar que lo pinten o le monten encima toca clase de andamiajes que además de pesados no se adaptan a su anatomía y ni siquiera hacen parte de su vocación para el trabajo duro, eso sí que le debe afectar.
Y no podría faltar en la lista de crueldades contra los animales, las peleas de gallos, y las fiestas taurinas y de corralejas, entre otras, y aquí sí que se me agotarían las palabras. Cabe anotar, que estos últimos ejemplos son considerados tradiciones culturales donde el animal casi siempre debe morir como parte del show.
Somos una cultura violenta y cruel con los animales y antes de juzgar tan severamente un acto desafortunado como el sucedido en los últimos días con el jugador panameño, deberíamos revisar abierta y honestamente lo que hacemos en nuestra cotidianidad para así juzgar las cosas en su justa medida, esto no quiere decir que no esté de acuerdo con que se sancione el hecho y desafortunadamente para el jugador, pienso que debe ser de manera ejemplarizante.
Me pregunto; ¿Será que el Tigre Castillo, la pulga Messi, el ratón Ayala, el conejo Saviola, la bestia batista, el burrito ortega y el piojo López, entre otros ejemplares de la fauna futbolera, tendrán que cuidarse de ser pateados la próxima vez que entren en una cancha?
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