SEISVEINTIDOS ARQUITECTOS: CASA ÁLVAREZ

La Arquitectura está amarrada a la tierra con la exploración de materiales locales y la horizontalidad exagerada que recuerda las líneas elegantes del movimiento moderno, texturas y colores terrosos, rústicos, desprovistos de acabados muy elaborados, honestidad estética y altos contrastes con superficies y formas minimalistas y tecnológicas. La vivienda se presenta como una versión arquitectónica del paisaje pero mimetizándose con el entorno. Un espacio pensado para el “Dolce far Niente”, o el dulce placer del no hacer nada, donde la cotidianidad gira en torno del descanso y la diversión.

El paisajismo se basa en la implantación en diferentes escalas que suponen diferentes formas de relacionarse con el entorno. la vivienda se ubica al interior de la finca buscando mayor seguridad y privacidad. Al frente de la vivienda, una escala vertical con un bosque de maderables que fracciona la visual de la vivienda desde el acceso, por tener troncos delgados y altos y bordea una vía diseñada en zic zac para generar efecto sorpresa Aquí incluimos un área de frutales y otra de árboles de Flor de amor. La Escala de jardín y parqueo se propone entre la vivienda y el bosque de maderables y dada su baja altura busca enmarcar la vivienda y acompañar el acceso a escala peatón. Y la escala de huertos (hortalizas y aromáticas), que es la más pequeña y que se propone como área productiva para el consumo casero.

La casa se organiza en torno al patio del árbol familiar, vital para la cotidianidad porque responde a una función central principal generadora del diseño; la diversión y el descanso, su uso supera el 60% del tiempo de estancia durante las actividades de ocio, aglutina y organiza los espacios y volúmenes del proyecto, de hecho se considera que la fachada de la vivienda que enmarca este espacio es la principal.

El área social y multimedia lo conforman la sala, una isla comedor y la cocina; por exigencia del propietario este espacio tiene un área mínima suficiente para ser cómoda, es un espacio totalmente abierto, con terrazas que amplían el espacio y permiten que fluyan las circulaciones, lo que la integra completamente al patio de la piscina. Cuenta con un muro grueso, estratégicamente centrado, que hace parte de la fachada y que permitirá hacer todas las instalaciones necesarias para un centro de entretenimiento y la posibilidad de contar con una pantalla grande de televisión o de proyección.

Se proponen techos más altos que el resto de la casa, con tejas que permitan una pendiente suave para reducir la incidencia del sol hacia el interior y enfatizar la horizontalidad del volumen. Toda la estructura de cubierta y fachadas en esta área es elaborada en estructura metálica negra, buscando una imagen rustica industrial y que propone un buen contraste con el tipo de rusticidad de la piedra. Por otro lado supone mayor simpleza técnica, de montaje y mantenimiento.

El área privada con 3 habitaciones en línea, dos baños y un hall de circulación definen un volumen muy horizontal y con pocos acabados, enfatizando la perspectiva y creando un efecto casi escultórico. En el interior se busca una atmosfera acogedora y con la comodidad de lo urbano; con techos más bajos, cielo rasos, áreas amplias para la familia, acabados menos rústicos que en el resto de la casa, con la posibilidad de cerrarse para estar seguros en las noches o mantenerlos semi-abiertos durante el día para permitir ventilación pero evitar el ingreso de animales.

Criterios de diseño. Integración vivienda y paisaje, Durabilidad y bajo mantenimiento, Honestidad estética, Estilo rustico – moderno, Espacio para la diversión y el ocio, Flexibilidad y versatilidad espacial, Integración del interior y el exterior.

Espacios propuestos